sábado, 6 de octubre de 2012

LA PELICULA 300 Y LAS HUELGAS MEDICAS

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La Esparta desde niños se formaban para luchar defender Leónidas rey de Esparta con la ilusión de vencer al emperador Jerjes que estaba por conquistar a toda Grecia con un inmenso ejercito. Esparta era uno de los pocos pueblos que tenían una cultura guerrera, absolutamente dedicada a pelear. Estos soldados tenían un claro código de honor, y de ahí derivaba la clase heroica sin igual que los identificaba, algo no visto con mucha frecuencia. Sus hombres eran guerreros perfectos, adiestrados para nunca batirse en retirada y nunca rendirse. Los espartanos vivían para pelear. Les encantaba, peleaban como si fueran uno solo. Se unían para formar una barrera, de manera que cada hombre se protegía con su escudo, y protegía en parte al hombre de al lado. Ellos estaban en desventaja por la minoría con respecto a los persas, estaban dispuestos a morir por su honor y su libertad lo que definían una muerte hermosa. Leónidas líder de Esparta parte con su grupo reducido de soldados y en el paso de Termopilas (un espacio muy reducido), al verlo los otros ejércitos griegos le preguntan que por que va a la guerra con tan pocos soldados y el les contesta con una pregunta a uno de los soldados acadios: ¿Tu cuál es tu profesión?, soy alfarero le contesta, ¿y tú? Le pregunta a otro, soy herrero le contesta y así le pregunta a varios soldados su profesión. Y luego les pregunta a sus guerreros Espartanos cual es su profesión. Y ellos solo contestan con un grito de guerreros, tal vez diciendo que la profesión de ellos era la guerra, en el paso de Termopilas se enfrenta a Jerjes quien se decía que era un dios.
La película 300, es el relato de la feroz batalla de Termópilas en la cual el Rey Leónidas (Gerard Butler) y 300 espartanos, pelearon a muerte contra Jerjes, y su masivo ejército persa. El valor y el sacrificio de los espartanos al enfrentar la insuperable situación, inspiraron a toda Grecia a unirse contra el enemigo persa, delineando así el perfil para la futura democracia, son representados en los guerreros espartanos, los cuales pelearon una de las más grandes batallas de la historia Sus hombres eran guerreros perfectos, adiestrados para nunca batirse en retirada y nunca rendirse. “Los espartanos son un misterio para todo el mundo”. Tal vez sean uno de los pocos pueblos que tenían una cultura guerrera, absolutamente dedicada a pelear. Estos soldados tenían un claro código de honor, y de ahí derivaba la clase heroica sin igual que los identificaba, algo no visto con mucha frecuencia. Ver esta formación es intimidante e increíble, y así debe haberlo sido inclusive para las masas de guerreros persas. Aunque los espartanos se encontraran en condiciones desventajosas y en minoría con respecto a su enemigo, siempre estaban dispuestos a morir por su libertad. Para ellos, esa era una muerte hermosa.
Más allá de la propaganda editorial que lo acompaña como la historia que inspiró a la película 300, y sin entrar en el oportunismo de Tom Holland a la hora de publicar sus libros (Rubicón cuando estrenaban la serie Roma y éste en plena resaca de 300, he de decir que me ha parecido un muy buen libro sobre un tema tan archiconocido como las Guerras Médicas.
¿Por qué? Pues porque en él podemos ver desde la formación y consolidación del poder de los Medos y los Persas, hasta como se edificó y se mantuvo el llamado Impero Persa.
Y es que es este Imperio el que marca las pautas del libro y no al revés. No tenemos una historia de Grecia en la de que pronto irrumpen los invasores persas.
Tenemos un Imperio Persa que se encuentra con una delegación de Esparta portando unas exigencias que hicieron reír al Rey de Reyes, y como otra ciudad griega llamada Atenas promueve la rebelión en las costas de Asia Menor.Y llegados a este punto, el autor nos traslada a Grecia, con todo el material preparado para, tras ponernos al día en los antecedentes griegos, narrarnos el gran conflicto.
Y este es uno de los grandes puntos fuertes del libro: La visión global del conflicto, con sus causas y efectos que se pueden ver desde múltiples ángulos.
Además, un amplio uso de las fuentes clásicas que salpican toda la obra y la investigación sobre el terreno del autor durante sus viajes por Grecia nos permite sentirnos como si nos estuviésemos jugando el pellejo en Platea o Salamina.
Y eso que las batallas no son un ejercicio de épica sino más bien de historia militar clásica, con razonamientos allí donde las fuentes no se aclaran o tienen puntos oscuros.
“Yo pienso que esta película deja un mensaje a todas las personas que no son libres, creo que todos nosotros tenemos un objetivo en la vida y cada quién debe de saber qué es lo que desea y para cumplir lo que desea debe de luchar y vencer los obstáculos de la vida y tener a Dios para guiarnos”.

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